En España hay una expresión bastante común que se suele utilizar cuando hay que reconocerle a alguien lo que le corresponde (especialmente cuando se le niegan muchas otras cosas). La frase en cuestión es Al César lo que es del César, y su origen se encuentra en la Biblia.
Jesús y los fariseos
Jesús es abordado por los fariseos, que le quieren poner en un aprieto preguntándole su opinión sobre el César y los tributos económicos que debían hacerse al poder de Roma. La pregunta tenía trampa, ya que si Jesús negaba el tributo podría ser denunciado por sedición mientras que si apoyaba estos impuestos estaría alejándose del favor del pueblo y de la religión judía, en la que el único poder era Dios y no el César de Roma.
Jesús, sabiendo la malicia con la que iba tirada la pregunta, les pidió a los fariseos que le enseñaran con qué moneda se pagaba tal tributo. Ellos le mostraron un denario. Jesús lo examinó primero y, después, alzando el denario ante ellos, les preguntó ¿De quién es esta imagen?, los fariseos le indicaron que la imagen era del César. Jesús, entonces, zanjó la conversación dándoles la respuesta que hoy en día se ha instalado en nuestro refranero popular: “Pues dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios“.
Fuentes: Fátima.pe y cvc.cervantes.es Foto: Por Sailko (Trabajo propio) [CC-BY-SA-3.0], undefined
Me encanta… buen lema