¿Por qué Hércules aparece en el escudo de Andalucía? El hijo de Zeus tuvo, según la mitología clásica y antigua, una gran influencia en Andalucía. Fundó Sevilla, robó toros, levantó las columnas del Non Terrae Plus Ultra…
Sobre Hércules existen diferentes nombres y referencias en función a la cultura que lo tratase. Primero se llamó Melkart (fenicio), después Herakles (griego) y, finalmente, Hércules (latín). Vayamos por partes.
El Hércules más realista, Melkart el fenicio
Según la cultura fenicia, Melkart fue un intrépido navegante capaz de desafiar con su barco las peligrosas aguas del Estrecho de Gibraltar, una zona límite para las civilizaciones de la época. Tras sobrepasarlas con éxito, llegó hasta el río Guadalquivir, adentrándose en él por lo que hoy es Andalucía. Al encontrar un islote entre dos brazos de aquel río, fundó Hispalis (Sevilla hoy), como centro de actividades comerciales. Por esto, el Melkart mítico (Hércules) es considerado fundador de Sevilla.
Tras varias incursiones armadas por la zona, consiguió someter al rey local Gerión, haciéndose con el control de las pieles de los toros que inundaban aquellas tierras, así como de otros metales muy apreciados en la época. Consiguió, en otras palabras, el monopolio del comercio de la zona.
Con el paso de los años, Melkart fue considerado por todo esto poco menos que un semidiós, convirtiéndose más tarde en el Herakles/Hércules que conocemos hoy. Los autores griegos y romanos transformaron sus hazañas en leyendas increíbles, adornándolas con exageraciones propias de los mitos clásicos, como convertir al rey Gerión en un monstruo de tres cuerpos y tres cabezas.
El décimo trabajo de Hércules
Según la mitología clásica, a Hércules le entró un ataque de ira y acabó con las vidas de su mujer (hija del rey de Tebas) y sus tres hijos. Arrepentido, fue al oráculo de Delfos, quien le encomendó que se pusiera a las órdenes del rey Euristeo. Este, conocedor de lo que había hecho y temeroso de que le arrebatara el trono, mandó a Hércules la realización de varios trabajos (diez en un principio, y luego doce), a cada cuál más peligroso, con la intención de que alguno acabara con su vida.
El décimo de los trabajos consistía en robar los toros de Gerión, que en vez de rey era un monstruo de tres cabezas que vivía en la zona sur de la Península Ibérica. Junto a este monstruo se encontraba un temible pastor, Euritión, y Orto, un perro de dos cabezas y cola de serpiente.
Tras una dura lucha, Hércules consiguió matar a sus tres adversarios, llevándoles los toros -otro de los símbolos de España- a Euristeo.
Las columnas de Hércules
Aprovechando su décimo trabajo, se dice que Hércules levantó dos columnas a cada lado del Estrecho de Gibraltar. Estas columnas siempre han estado unidas a los límites del ser humano, ya que hasta el descubrimiento de América, el estrecho marcaba el fin del mundo conocido, una especie de aviso a los navegantes que osaran pasar por allí, ya que no había tierra más allá, “Non Terrae Plus Ultra “.
Tras el descubrimiento de América, este miedo se evaporó, transformando la expresión de las columnas de Hércules en “Plus Ultra”. Fue Carlos I el pionero en utilizar esta fórmula para darle más importancia al Imperio Español. De hecho, en el actual escudo de España también podemos ver las columnas de Hércules y una cinta con el “Plus Ultra” enlazada entre ellas.
Como curiosidad extra, se suele atribuir el origen del símbolo del dólar ($) a la unión de las columnas con la cinta del Plus Ultra.
Los leones del escudo
Pero si lo que hizo Hércules en Andalucía fue robar toros, ¿por qué aparece junto a dos leones? Según explicó Blas Infante, Andalucía se simboliza en un Hércules joven como expresión de fuerza, pero también controlando los instintos animales, representando esto último en dos leones domados.
La asociación de Hércules con los leones sólo es nueva en cuanto a su actitud hacia ellos (domándolos), ya que el primero de los doce trabajos era precisamente el de matar al temible León de Nemea, al que despellejó después con sus propias garras, utilizando su piel y cabeza como armaduras impenetrables. En otro episodio anterior, cuando Hércules aún era un niño, también mató al León de Citerón, del que igualmente utilizó su piel como coraza.

Sea con la versión más realista de Melkart o con las míticas de Herakles/Hércules, lo cierto es que su figura ya forma parte de la Historia de Andalucía y España.