El origen de mandar a alguien a la porra lo encontramos en el ámbito militar. ¡Te lo cuento!
La porra era un bastón
En las bandas militares españolas , el Tambor Mayor era tocado con un gran bastón, generalmente de plata y con abundante ornamentación, al que todo el mundo llamaba porra.
Nada tendría que ver con el modismo que abordamos si no fuera por las Ordenanzas Reales de Carlos III en las que se estipulaba que esta porra se colocaría en el centro de cada campamento militar, clavada en el suelo, y que alrededor de la cual se tendría que ir instalando cada elemento básico del campamento. Este enclave, según la ordenanza, se utilizaría como lugar físico de arresto.
Soldado, váyase usted a la porra
Así, para las faltas leves, los soldados eran ordenados a irse la porra para cumplir allí, quietos durante el tiempo estipulado, el castigo o arresto correspondiente a la infracción cometida.